Como todos sabemos al practicar algún deporte o al hacer ejercicio físico, también sometemos al organismo a estrés, y ello lleva implícito un aumento del riesgo de sufrir lesiones, ya sean esguinces, traumatismos, roturas musculares o de ligamentos.
Los accidentes, la mala forma al ejercitarse o el uso de ropa y equipo inadecuado pueden ser algunas de las causas. Algunas personas se lesionan porque no están en forma, la falta de calentamiento o estirar los músculos también puede causar lesiones.
Se distinguen dos tipos de lesiones según el tipo de traumatismo:
Por traumatismo directo: producida de forma accidental causada generalmente por
agentes externos y pueden ser: contusiones y/o heridas.
Por traumatismo indirecto: producidas principalmente por factores internos y
pueden ser: Elongaciones y/o distensiones, Tirón, Desgarro, Ruptura muscular.
Las lesiones necesitan no sólo un correcto diagnóstico y un tratamiento adecuado, sino también una prevención que contribuya a una sensación de bienestar y a una mejor calidad de vida derivados de la práctica deportiva.
Las lesiones deportivas más comunes son:
- Torceduras y distensiones
- Lesiones de rodilla
- Inflamación muscular
- Traumatismos en el tendón de Aquiles
- Dolor en el hueso de la tibia
- Fracturas
- Dislocaciones
- Lesiones del manguito rotatorio del hombro
A continuación podemos ver un vídeo donde un experto explica las lesiones deportivas más frecuentes:
Como prevenirlas:
Sin duda, la base para prevenir las lesiones es estar en una buena forma física, las personas que están por debajo de este nivel tienen más probabilidades de padecer lesiones tanto por accidente como por sobrecarga.
Cada deportista debe analizar las demandas de su deporte antes de decidir el esquema de entrenamiento. La intensidad y la carga de este debe ser adaptada de forma individual en función del nivel técnico y de la condición física de cada uno.
Todas las actividades encaminadas a mejorar la forma física, (por ejemplo después de un período largo de inactividad), deben realizarse de manera progresiva.
Algunos consejos para poder reducir lo máximo posible el riesgo de lesión además
de los factores anteriormente citados son:
- Entrenamiento adecuado: Antes de pasar a actividades más intensas, hay que progresar poco a poco. No puedes jugar un partido de fútbol de 90 minutos con los amigos si llevas 5 años sin jugar y estas en muy baja forma física. Mejor empieza a entrenar poco a poco, para no llevarte un susto. La constancia es la clave, eso ya lo sabemos, pero hay a quien se le olvida.
- Pulir la técnica: En el deporte del tipo que sea así como en el ejercicio aeróbico, fitness, musculación… La técnica lo es todo, o al menos, casi todo. Empezar de forma muy básica para aprender bien la técnica y luego ir aumentando la dificultad ayudará a que la progresión sea a la larga más rápida y más segura.
- Cuida tu postura: Muy relacionado con lo anterior, aunque en un sentido más amplio. No tiene sentido que tengas una técnica perfecta haciendo el ejercicio si luego cojes las mancuernas de cualquier manera, con riesgo de lesionarte, a la larga, brazos, dedos o espalda.
- No ignorar los avisos: El dolor, cansancio exagerado, calambres, pinchazos… Son síntomas que muchas personas notan al hacer ejercicio, pero, si no son completamente limitantes que te obliguen a quedarte quieto, solemos no tenerlos en cuenta. Estos avisos pueden indicar que algo falla, pero que todavía no está muy mal. Más vale hacerles caso y acudir a que nos revise un profesional que esperar a que la lesión sea ya seria y requiera un tratamiento más complejo.
- No temas al médico: Hay quien solo acude al médico o al fisio cuando ya está con dolores que le impiden hasta respirar. No hay que ir cada vez que te moleste algo, porque está implícito en el ejercicio que te va a generar molestias, pero los avisos, si son muy continuados, son señal de que algo está fallando. Acudir al profesional sanitario de forma temprana ayudara a que la lesión, en caso de existir, no vaya a más.
- Medidas de protección: Acudir a tu médico o fisio te puede ayudar en temas, por ejemplo, para que te recomienden el uso de vendajes, rodilleras, tobilleras y otras medidas que pueden ayudarte a practicar ejercicio minimizando el riesgo de lesión.
- Material adecuado: Si haces ejercicio por afición, no hace falta que te compres un equipo de élite, pero tampoco puedes ir a entrenar de cualquier manera. Sobre todo porque hay materiales en los que no se puede ahorrar: por ejemplo, un calzado adecuado te asegurará evitar lesiones en pie, tobillo y rodilla. Es una inversión para tu salud y te ayudará además a mejorar tu rendimiento.
- No entrenes “a medias”: Hay quien solo corre, hay quien solo levanta peso, hay quien solo entrena piernas… El ejercicio debe buscar beneficiar a todo el cuerpo, lo cual, además, ayudará a que todas las regiones estén fuertes y preparadas para responder ante estímulos intensos, tan habituales en el deporte y el ejercicio físico.
- Sentido común: Muchos pensaréis que no he dicho nada nuevo, que todo lo que he escrito es más por sentido común que por conocimientos técnicos. Os digo que estáis en lo cierto. El sentido común debe ir siempre con nosotros a la hora de prevenir lesiones.
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