El roble, también conocido como carballo, es un arbol europeo que se caracteriza por su dureza. A raíz de esta idea se han elaborado remedios tradicionales con tu corteza, hojas y raíces para tratar heridas o bien problemas de excreción de líquidos. Puede crecer hasta los 45m de altura y se caracteriza por una corteza gris llena de fisuras.
Como medio interno podemos destacar el tratamiento de:
- Diarrea: El roble disminuye la secreciones de líquidos en el intestino, por lo que ayuda a combatir la diarrea al disminuir el nivel de excreción.
- Gastritis: Ya que el roble posee propiedades astringentes y antiinflamatorias, actúan sobre la mucosa gástrica afectada por la irritación, disminuyendo la gravedad, aunque el uso esta contraindicado en caso de ulceras debido a que puede acrecentar los problemas de estas.
- Incontinencia: Como ya mencionamos anteriormente, el roble tiene propiedades astringentes lo que permite regular el balance de líquidos excretados.
De forma excepcional, se puede emplear en caso de hemorragias internas que no presenten caracter maligno y sean evaluadas por el medico.
El uso en el medio externo se puede destacar el tratamiento de:
- Faringitis y anginas: La característica antiinflamatoria y antiséptica del roble permite reducir la inflamación y elimina los microorganismos patológicos de estas afecciones empleándose a modo de gargaras con el liquido resultante de la decocción. Este método es también útil para cualquier tipo de herida en la boca
- Hemorragias: Los componentes del roble lo convierten en uno de los mejor homeostaticos naturales. Para detener el sangrado se muele a polvo la corteza del roble y se coloca una pequeña cantidad en la zona.
Cuando esta siendo empleado es conveniente realizar un balance de los taninos que presenta el organismo ya que el un árbol muy rico en ellos, así mismo, como se ha mencionado antes, esta contraindicado el uso de los preparados internos en caso de ulcera.
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