Esta curiosa planta que debe su nombre al movimiento que hace colocándose mirando a la posición en la que se encuentra el sol, tiene propiedades medicinales tanto para consumo interno como externo.
Por un lado, internamente tiene un fuerte poder diurético y expectorante, mientras que externamente tiene capacidades antisépticas y antirreumáticas.
Sus efectos como expectorante tienen gran eficacia para tratar enfermedades que producen grandes cantidades de secreciones en las vías respiratorias, y así como se consume, favorece la función de los riñones, pudiendo eliminar retenciones de líquidos así como prevenir la aparición de cálculos renales o de la gota o, en caso de padecerla, tratarlas.
Aplicado de forma tópica, ya sea a través de ungüentos o de infusiones, y aplicado sobre heridas permite que estas no se infecten por el carácter antiséptico de la planta. Así mismo, aplicadas sobre una articulación que presente inflamación o dolores reumáticos, ayuda a bajar la hinchazon y que desaparezca el dolor.
Hay que destacar que para la vía tópica, mucho de los aceites que venden no son tan útiles ya que han sido previamente tratados y lo más conveniente es preparar el ungüento o el aceite casero.
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