La anemia es definida como una enfermedad caracterizada por una disminución en el número de glóbulos rojos en la sangre, o bien, por niveles bajos de hemoglobina (con respecto a los valores normales).
Los glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos tienen como misión principal transportar el oxígeno en la sangre para liberarlo posteriormente a los tejidos (los cuales, necesitan de oxígeno para poder mantener sus funciones normales). El 02 es transportado en el interior del glóbulo rojo, unido a la molécula de hemoglobina.
Los glóbulos rojos pueden disminuir por tres causas principalmente:
▪Porque su producción sea escasa: como puede ocurrir en casos de aplasias medulares, en infiltraciones tumorales de la médula osea, por déficit de hierro, y en enfermedades asociadas a la insuficiencia renal crónica.
▪Porque se altera su proceso de maduración en la médula osea: Como puede ocurrir en caso de deficiencia de vitamina B12 o folatos.
▪Porque su destrucción sea más rápida de lo normal: Provocado en ocasiones por las pérdidas agudas de sangre que se producen por hemorragias, por hemólisis o rotura intramuscular de los glóbulos rojos asociada a causas mecánicas o auto inmunes, por una alteración de la membrana del glóbulo rojo.
Grados severos de anemia pueden provocar que los glóbulos rojos y la hemoglobina no se den abasto para transportar el oxígeno necesario al resto del cuerpo.
Si los órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno, las células que los forman no pueden llevar a cabo sus funciones normales, por lo que se pueden infartar.
Si se producen hemorragias muy fuertes y no controladas, el paciente podría llegar a morir.
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