sábado, 5 de noviembre de 2016

BENEFICIO DEL EJERCICIO FISICO PARA PERSONAS CON ALZHEIMER



La incidencia de la enfermedad de Alzheimer en personas mayores ha aumentado rápidamente por todo el mundo. Teniendo en cuenta que en los países occidentales, la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer está aumentando de manera considerable en personas de 60 a 64 años, y mas preocupante todavía son las cifras del aumento en personas de mas de 85 años y es evidente la preocupación existente ya que la esperanza de vida de la población está aumentando y con ello el número de personas con estos rangos de edad. Se estima que para el año 2030 existirá el doble de población con 65 años y que para el 2050 las personas mayores de 85 años serán 5 veces más que en el año 2000.
Ante la gravedad del problema, las medidas para luchar con la enfermedad deben ser igual de contundentes. Actualmente no existe un tratamiento para curar la enfermedad, sin embargo los síntomas pueden ser disminuidos mediante medidas farmacológicas y no farmacológicas. Una de las medidas no farmacológicas empleadas para mejorar o retardar los síntomas de la enfermedad es el ejercicio físico.

Un estudio del CSIC que se ha publicado en la revista Journal of Alzheimers Disease, en el que un equipo de investigadores trabajó con varios grupos de ratones transgénicos 3xTgAD con una patología similar a la enfermedad de Alzheimer, llegaron a la conclusión de que el ejercicio físico voluntario y continuado tiene un efecto protector y terapéutico contra el Alzheimer, según estos investigadores, han comprobado que en concreto la actividad física, mejora las funciones sinápticas neuronales, el aprendizaje, la memoria, la función sensoriomotora y la ansiedad.
A esto hay que añadir que gracias a pruebas electrofisiológicas se ha podido constatar también que el ejercicio protege la comunicación sináptica entre las neuronas. Los resultados obtenidos sugieren que el ejercicio físico tiene un efecto beneficioso sobre la actividad de la corteza cerebral, lo que se traduce en una mayor memoria a largo plazo y en una mayor capacidad de aprendizaje complejo, explica José María Delgado, investigador de la Universidad de Pablo de Olavide y participante en este estudio. Desde hace tiempo se sabía que el ejercicio facilita la liberación de sustancias protectoras y que tiene un efecto beneficioso sobre la sensación de bienestar y sobre otras funciones corporales y cognitivas. Sin embargo, hasta ahora no se había estudiado de forma sistemática sobre su posible efecto beneficioso sobre el Alzheimer, añade Delgado.
Los datos obtenidos no son fácilmente extrapolables a la especie humana, pero sugieren que el ejercicio físico, y probablemente el intelectual, pueden ser beneficiosos a medio plazo para retrasar determinados síntomas característicos de la enfermedad de Alzheimer, así como los que acompañan al envejecimiento normal de la población.

Los ejercicios mas recomendables para este tipo de pacientes, serían:
  • Ejercicios aeróbicos (marcha)
  • Ejercicios de equilibrio y fuerza basados en Taichi
  • Entrenamiento de la fuerza prensora de la mano
  • Programa interdisciplinar (fisioterapia, terapia ocupacional y educación)
Para mas información sobre el estudio antes descrito, entrar en el siguiente enlace:
 http://www.elsevier.es/es-revista-fisioterapia-146-articulo-ejercicio-fisico-el-tratamiento-enfermedad-S0211563811000484?redirectNew=true













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